Discurso sobre la Verdadera Satisfacción

Por la Hermana Dang Nghiem en colaboración con Thay (el Maestro Zen Thich Nhat Hanh)

Escuché estas palabras de Thay cuando se encontraba en el Monasterio Deer Park. Tarde en la noche, apareció un grupo de coyotes.
Sus apasionados aullidos hicieron temblar de alegría todo el Bosque de Robles.
Después de rendir homenaje a Thay con la pata delantera derecha apuntando hacia la luna,

El coyote anciano hizo una pregunta en forma de verso:

Personas, animales, plantas y minerales están ansiosos por saber Qué condiciones conducen a la verdadera satisfacción.
Por favor, Thay, ¿nos enseñarás?

Esta es la respuesta de Thay:

Vivir en una Sangha,
Tener hermanos y hermanas trabajando en armonía, Servir a los pueblos de todas las naciones—
Esta es la verdadera satisfacción.

Tener la oportunidad de practicar y transformarse, Verse a uno mismo volviéndose más aceptante y más sólido, Reconocer que los demás también florecen—
Esta es la verdadera satisfacción.

Ser capaz de reconciliar y perdonar,
Nutrir la gratitud hacia tu familia de sangre y tu familia espiritual, Expresar amor a través de palabras amorosas y escucha profunda— Esta es la verdadera satisfacción.

Tener tiempo para sentarse en paz por tus ancestros, Tocar la Tierra con ternura en cada paso,
Comer con atención en unión con todo el cosmos— Esta es la verdadera satisfacción.

Crear centros de práctica y organizar retiros regulares, Convertir gimnasios y teatros en salones del Dharma, Llevar la lluvia del Dharma a los guetos y prisiones— Esta es la verdadera satisfacción.

Presenciar a oficiales de policía, empresarios, legisladores, Científicos y veteranos de guerra disfrutando de la Tierra Pura Con su respiración consciente y sus pasos conscientes—
Esta es la verdadera satisfacción.

Proporcionar un ambiente alegre para los jóvenes,
Ayudarlos a reconectar con sus familias y la sociedad, Mostrarles que hay un camino hermoso—
Esta es la verdadera satisfacción.

Practicar, trabajar, estudiar y jugar juntos,
Ser consciente de las bellezas y dificultades de tus hermanos y hermanas, Apreciarlos y protegerlos como tu propia médula—
Esta es la verdadera satisfacción.

Vivir una vida simple y no competitiva,
Regresar a tu respiración como alimento para el alma, Regocijarse en la música de la campana, los cantos del viento y la risa— Esta es la verdadera satisfacción.

Evitar hablar y reaccionar con ira, No estar atrapado por tus ideas y juicios, Y ser diligente en comenzar de nuevo— Esta es la verdadera satisfacción.

Saborear la libertad en la no espera,
Transformar la mente aferrada en una de amor verdadero, Ser una continuación amable de tus ancestros espirituales— Esta es la verdadera satisfacción.

Ver todas las formas de vida como tus hermanos y hermanas, Disfrutar simplemente de estar juntos,
Construir activamente un pasado hermoso con tu verdadera presencia— Esta es la verdadera satisfacción.

Levantarse por la mañana con una sonrisa,
Retirarse cada noche en paz, contento de soltar todo,

Saber que has amado y has sido amado profundamente— Esta es la verdadera satisfacción.

Vivir en el mundo
Con tu corazón abierto a la impermanencia y el cambio, Avanzar con estabilidad en tu verdadero camino, libre de miedo y preocupación— Esta es la verdadera satisfacción.

Para aquel o aquella que logra esto, Llegar y sentirse en casa dondequiera que vaya, Siempre está en paz y feliz—
La verdadera satisfacción está en el momento que uno vive.

Este es un extracto de The River in Me: Verses of Transformation de la Hermana Đẳng Nghiêm, publicado por Parallax Press.